Se acabó lo que se daba. El Real Betis llevaba tres semanas descendido y se trataba de cumplir cometiendo los mínimos errores posibles en los partidos que restaban. En Pamplona no es que fuera un ridículo tipo Vallecas o Almería pero hubo detallitos como los regalos de la defensa bética en los dos goles del Osasuna. La avalancha en la grada tapó casi todo lo ocurrido en la primera parte. En la segunda mitad los locales empezaron a ver el descenso de cara dejando al Betis cerca del empate. Daba igual. La mejor noticia es que, ahora sí, ya se ha terminado la peor temporada de los verdiblancos en muchísimos años.
Se despide el Betis de la Primera división. No se sabe cuándo será el regreso.Los béticos esperan que la historia no se alargue más allá de una temporada. Cuidado que la Segunda división reunirá el próximo curso a equipos históricos como Osasuna, Valladolid, Zaragoza y veremos a ver si el Mallorca de Lorenzo Serra Ferrer. El cartel de la categoría no se ha definido todavía porque restan jornadas con ascensos y descensos en juego pero a bote pronto encierra bastante veneno.
Mirando de reojo a los rivales de la próxima temporada ha empezado a trabajar el nuevo secretario técnico. Se dice que Alexis es la avanzadilla de Lorenzo Serra Ferrer. Hay gente que tiene al balear en un pedestal aunque no conviene olvidar que, ahora mismo, tiene a su equipo al borde de la Segunda división B. El caso es que si ambos son los encargados de la planificación de la futura plantilla lo que se le pide es que lo vean bien. Hay poco margen para el error.
Se trata de firmar jugadores de Segunda y no de Primera. No es cuestión de menospreciar a nadie. Es lo que hay. Los que se pongan la camiseta del Betis la próxima temporada deben tenerlo claro. Fue uno de los pecados del Betis de Antonio Tapia y Víctor Fernández. Durante meses, muchos futbolistas se consideraban de Primera mientras perdían de manera ridícula en Murcia o Soria. Hay que reclutar a una tropa capacitada para pelear con calidad durante diez meses en los peores rodeos. Suerte a los que vengan.
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